Guía completa para revisar el estado de tu piscina: lo que todo debes saber

Revisión

By Poolmania

Tener una piscina en casa es sinónimo de disfrute, bienestar y valor añadido para la vivienda. Sin embargo, para que ese oasis en el jardín siga siendo un lugar seguro y agradable, es imprescindible realizar revisiones periódicas. Muchas veces se piensa que con mantener el agua limpia es suficiente, pero lo cierto es que una piscina está formada por un conjunto de sistemas que deben funcionar de forma coordinada: estructura, filtración, tratamiento químico y elementos de seguridad.

En esta guía completa, desde Instalaciones Poolmania te contamos todo lo que debes saber para revisar correctamente el estado de tu piscina y detectar a tiempo cualquier problema, antes de que se convierta en una avería costosa o en un riesgo para los bañistas.

¿Por qué es tan importante revisar tu piscina?

La revisión de una piscina no es solo una cuestión de estética. Un análisis adecuado permite prevenir fugas, mejorar la eficiencia energética, evitar la proliferación de algas o bacterias, y mantener la instalación en perfecto estado durante años. Al igual que un coche necesita una ITV periódica, tu piscina también requiere una revisión técnica, especialmente antes del inicio de la temporada de baño.

Además, si estás pensando en vender tu vivienda o alquilarla, una piscina en buen estado puede aumentar significativamente el valor percibido del inmueble. Lo contrario —una piscina sucia, con grietas o mal olor— puede convertirse en un punto negativo muy importante.

¿Cuándo revisar tu piscina?

Lo ideal es realizar una revisión completa al menos una vez al año. El mejor momento suele ser al principio de la primavera, cuando comienza la preparación para el verano. No obstante, si tu piscina tiene un uso intensivo o permanece abierta todo el año, conviene hacer controles más frecuentes, especialmente tras fenómenos meteorológicos extremos como lluvias intensas o vientos fuertes, que pueden alterar el equilibrio del agua o dañar componentes externos.

Revisión estructural: el primer paso

El primer aspecto que debes comprobar es el estado físico de la piscina. Inspecciona visualmente el vaso para detectar posibles grietas, fisuras o desconchados en los revestimientos, ya sean de gresite, pintura o liner. Cualquier pequeño deterioro puede convertirse en una vía de fuga de agua, por lo que conviene actuar con rapidez.

También es importante observar las juntas de dilatación, escaleras, focos y elementos empotrados. Si notas que alguna parte está suelta o mal sellada, es mejor repararla cuanto antes. Revisa también los bordes o coronación de la piscina, ya que un deterioro en esa zona puede afectar tanto a la seguridad como a la estética.

Evaluación del sistema de filtración

Uno de los errores más comunes entre los propietarios es pensar que el sistema de filtración solo consiste en encender y apagar la bomba. La realidad es que el corazón de la piscina —el filtro y la bomba— necesita estar en buen estado para garantizar un agua cristalina y saludable.

Empieza por comprobar que la bomba arranca correctamente, que no hace ruidos extraños y que no hay fugas de agua. A continuación, revisa el filtro (ya sea de arena, cartucho o vidrio) para asegurarte de que está limpio y no obstruido. Si hace mucho tiempo que no realizas un lavado (backwash), es momento de hacerlo.

Además, no olvides inspeccionar las válvulas, tuberías y conexiones. Con el tiempo, pueden aparecer pequeñas fisuras o problemas de presión que afectan al rendimiento general del sistema. Y por supuesto, asegúrate de que los skimmers y sumideros no estén obstruidos ni dañados.

Control del estado del agua: equilibrio químico y seguridad

Una piscina puede parecer limpia, pero si el agua no está bien equilibrada, los bañistas pueden sufrir irritaciones o incluso infecciones. Por eso, una parte clave de cualquier revisión es analizar los parámetros químicos del agua.

Lo ideal es medir el pH, el cloro libre o combinado, la alcalinidad, la dureza cálcica y, si usas cloro estabilizado, también el nivel de ácido cianúrico. Todos estos valores deben encontrarse dentro de los rangos recomendados para garantizar una desinfección efectiva sin dañar la instalación ni la piel de los bañistas.

En caso de que detectes desequilibrios, es importante actuar cuanto antes. A veces basta con ajustar el pH o añadir una dosis puntual de cloro. Otras veces, puede ser necesario realizar un tratamiento de choque o incluso renovar parcialmente el agua si los niveles de estabilizante están demasiado altos.

Revisión de equipos eléctricos y elementos de seguridad

Muchos propietarios pasan por alto elementos clave como la iluminación subacuática o los cuadros eléctricos. Si tu piscina cuenta con focos empotrados, debes verificar que estén bien sellados y que no haya entradas de agua. Cualquier anomalía eléctrica puede representar un grave peligro para los bañistas, por lo que no escatimes en precauciones.

También es buena idea revisar el cuadro de control, los relojes programadores, los diferenciales y, si tienes sistemas automáticos de cloración salina o dosificación, asegurarte de que funcionan correctamente y están calibrados.

En cuanto a la seguridad, asegúrate de que las tapas de los sumideros cumplen con la normativa actual, especialmente si hay niños en casa. Si tienes una cubierta automática, una valla perimetral o una alarma, comprueba que todo esté operativo y bien anclado.

Limpieza profunda y puesta a punto

Una revisión completa de la piscina también incluye una limpieza a fondo. Si la piscina ha estado cerrada durante el invierno, conviene retirar cualquier residuo orgánico acumulado en el fondo, paredes y línea de flotación. Utiliza un limpiafondos automático o manual, y si es necesario, frota las zonas con incrustaciones de cal o algas.

En algunos casos, puede ser conveniente vaciar parcialmente el vaso para renovar el agua y facilitar la limpieza. Aprovecha ese momento para revisar y limpiar también el prefiltro de la bomba, las cestas de los skimmers y el fondo del vaso.

Conclusion. Una inversión que te ahorrará problemas

Revisar el estado de tu piscina una vez al año no solo te permitirá disfrutar de un baño seguro y agradable, sino que te ahorrará mucho dinero a largo plazo. Detectar y solucionar a tiempo cualquier problema estructural, mecánico o químico es clave para evitar reparaciones costosas, sobreconsumo de productos o incluso el cierre temporal de tu piscina en plena temporada.

Desde Instalaciones Poolmania, te animamos a tomarte en serio esta revisión anual y, si necesitas ayuda, ponemos a tu disposición a nuestros técnicos especializados y nuestra tienda online con todo lo necesario para el mantenimiento profesional de piscinas.